Mi Historia

“Dos cosas llenan mi alma de admiración… El cielo estrellado sobre mí y la luz de la conciencia dentro de mí.”  Kant 

Mi vida es un constante caminar hacia nuevas metas, nuevos desafíos. Soy una mujer inquieta, muy curiosa que busca entender al ser humano, descubrir el mundo, las diversas formas de vida y sus transformaciones, el universo infinito.

Tuve el gran privilegio de viajar por el mundo, conociendo varias culturas diferentes y sus filosofías de vida. Experiencias inolvidables, que me llenaron de asombro por la maravillosa diversidad que nos ofrece nuestro mundo. Además me abrieron los ojos para captar el milagro que nos espera en cada rincón del planeta!

A parte de los viajes, me sirvieron la lectura y diversos talleres y programas para acercarme hacia los temas que me interesan: El Análisis transaccional,  la Biocibernética, el Theta-Healing, la Bio-Energética, la Bioconsciencia, el Budismo, el Taoísmo, solo para mencionar algunos.

De joven jugaba Tennis, hacía gimnasia. Desde algunas décadas practico el Yoga y el Tai Chi. Esas disciplinas me ayudan a apaciguar mi mente tan inquieta y encontrar paz y calma. Las filosofías orientales siempre me han interesado, porque tienen una visión de la vida con la que me identifico más, conservan una concepción del hombre como parte de la naturaleza con un poder potencial dentro de si mismo.

“Para manipular a la naturaleza es buena la visión del científico; para comprender, sirve mejor la visión del poeta.”

Cómo llegó el arte a mi vida?

Soy hija de padres alemanes, que abandonaron su patria después de la Segunda Guerra Mundial y se aventuraron a emprender una nueva vida en la República Dominicana. Ahí nacimos mi hermana y yo. Crecimos en las afueras de la ciudad, rodeada de grandes árboles y mucha vegetación, embarrándonos con lodo y tierra, libres y felices!  Luego nos trasladamos a Lima, donde fui al colegio y, terminando mi educación, viajé a Alemania. Hice una carrera corta como secretaria multilingüe y trabajé algunos años. Regresé al Perú, y recién casada, con dos hijos, descubrí mi vocación por el arte. Empecé con talleres libres de dibujo y pintura, cerámica y literatura, y en el 1997, con 43 años, me embarqué al estudio de la Carrera de Arte en la Escuela Superior de Bellas Artes Corriente Alterna, graduándome en el 2002 obteniendo la Medalla de Oro.

Durante mis estudios empecé a experimentar con material orgánico, con pieles de pollo y de pescado, con algas. Me fascinan las texturas, me atraen las formas repetitivas, que crean patrones, los relieves,  sentirlas, manipularlas. Ese sentir me conecta con la esencia, con lo orgánico, con la naturaleza. Sobre todo los materiales transparentes, como las algas traslúcidas tienen un especial encanto para mí. Y la luz que los traspasa crea un ambiente místico.

Desde entonces el arte forma parte de mi vida. Arreglo mis flores con pasión en un acto casi meditativo. Camino, observando mi entorno y descubro una pequeñísima pluma, una piedra de una forma singular, un nido perfecto. Así también llegaron hacia mí las semillas del tulipán africano, que se convirtieron en las protagonistas de mi Tesis, en la que analicé la pregunta, si el ser humano es un ser individual o social. El resultado fue mi primera exposición individual en el 2006, en la que presenté 5 fotografías de semillas individuales recalcando su singularidad y unicidad y un manto de 6 m elaborado de miles de estas semillitas.

Este gran tejido creado por un sinnúmero de semillas nos hace entender que siendo seres individuales, dependemos de los demás, necesitamos del otro. Y al unirnos creamos una fuerza  poderosa que nos ayuda a lidiar con los desafíos diarios en comunión y solidaridad.

“En lo más profundo de la relatividad histórica y de nuestra insignificancia
somos absolutos, inimitables, incomparables y la elección de nosotros mismos es un absoluto.

La fotografía – elemento de expresión dentro de mi arte

Durante mis estudios de arte, descubrí la fotografía en un taller libre. Desde entonces la fotografía forma parte de mis proyectos. Me acompaña en mis viajes, en mi vida cotidiana. La fotografía plasma un elemento del mundo exterior, que se conecta con mi alma. Es el alma que llama al objeto para que mi cámara lo registre para que sea visto, valorado. La mirada hacia lo pequeño, lo que normalmente pasa desapercibido. Generalmente son los reflejos, que me atraen, los contrastes de luz, texturas y colores u objetos que descubro en mi andar. No programo, es espontáneo, intuitivo. Me acerco a los objetos como buscando encontrar su esencia innata.
También creo mundos imaginarios, espaciales, moleculares, irreales, mundos abstractos, que se reducen a líneas, en su mínima expresión, simples y sencillas. Despiertan en el observador su curiosidad, su imaginación e intuición generando eventualmente emociones y sentimientos. Como equilibrio y balance al exceso de pensamientos necesito nutrirme de la belleza que me rodea – la belleza que llama mi alma. La belleza que me lleva hacia la luz!

“No fotografío las cosas como son, sino que las fotografío como soy yo.”

Minor White

Mi camino del autodescubrimiento y de crecimiento personal

Mi formación como terapeuta de arte en el 2010, me sirvió para conocerme mejor, darme cuenta, qué es relevante para mí en la vida. Qué disfruto y qué me hace feliz? Lo interesante de la terapia de arte es que me desconecto de la mente y dejo el paso a mi corazón. Así mi alma está libre de expresarse para crear algo nuevo, algo que me puede sorprender también. Y en esta creación descubro algo de mí que no veía antes.

En el 2018 apareció El Coaching Ontológico Integral. Siguieron dos años de exploración personal que me hicieron ver mis formas de ser y reconocer sus beneficios y costos. En el 2019 me gradué como Coach Ontológico Integral. El objetivo principal de la práctica del Coaching Ontológico Integral es acompañar a otros a que realicen aprendizajes transformacionales que le brinden nuevas habilidades y recursos para adquirir mayor bienestar, capacidad de acción y conseguir resultados eficaces.

En el 2021 llegaron a mi vida las Isumataq-Vision Cards. Isumataq, una palabra inuit que significa «el guardián del espacio sagrado, aquel que crea la atmósfera necesaria donde la sabiduría se revela por si misma».

Vision Cards es una herramienta interactiva, generativa y transformadora, que me encanta, porque ayuda a abrir nuevas y poderosas posibilidades y permite refrescar nuestro espíritu creativo, balanceando nuestros hemisferios usando poderosas ilustraciones, preguntas y frases emergentes. Como facilitadora acompaño a la persona a echar luz sobre la fuente interna que suele ser un punto ciego.

“No corras, ve despacio, que a donde tienes que ir es al encuentro de ti mismo.”

J. R. Jiménez

“El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde la realidad que es nuestra alma.”

Víctor Hugo