Galería Miró Quesada  Garland
Junio 2003

“he dejado la puerta entreabierta
soy un animal que no se resigna a morir

la eternidad es la oscura bisagra que cede
un pequeño ruido en la noche de la carne

soy la isla que avanza sostenida por la muerte
o una ciudad ferozmente cercada por la vida

o tal vez no soy nada
sólo el insomnio
y la brillante indiferencia de los astros”

                                                                                     Blanca Varela

 

Texturas de piel animal – pellejos de pollo – recolectados, deshidratados por el sol, unidos de nuevo, cosidos sin importar el tiempo, humanizándolo en esta época de prisas sin pausa.
La grasa, sobre el objeto, símbolo de la oposición y la reconciliación de la naturaleza con la cultura, excreción animal recogida una vez más por la industria humana.
El arte es para mí un equivalente de la vida, de la existencia individual al contrato social, de la materia al espíritu, de lo concreto a lo espiritual. Arte es igual a vida. De allí que el elemento principal de mi obra sea la piel: la piel como barrera y nexo con el mundo exterior; la piel como el reflejo de nuestras vidas.

Arte piel del mundo.