Centro de la Imagen
Espacio y caminos de luz
Geometrías orgánicas se proyectan, el espacio se construye, y la luz llena el vacío envolviéndonos en su cálido resplandor. Nos encontramos en el interior, la luz nos conecta con el mundo exterior.
La oscuridad crea profundidad. Desde la cúpula rayos de luz iluminan el espacio pintando las paredes como telas de araña.
Estructuras, texturas, reflejos, sombras, luz y oscuridad – todos en conjunto pintan un complejo cuadro que nos lleva al encuentro con nuestra memoria. Cada uno tiene su historia, un pasado, el presente y un futuro impredecible.
Nos movemos en el tiempo y en el espacio. Nos trepamos a cumbres, caemos a abismos. Perseguimos la luz. Salimos de la oscuridad siempre en busca de la luz.
La luz dibuja el espacio, el espacio encierra la luz.
El día no vive sin la noche, la alegría sin la tristeza no existe.
Luz y oscuridad se turnan, llevan vidas paralelas, se complementan, juegan y luchan. Somos mudos testigos.
Vivimos gracias a esta fuente de luz. La luz que también da vida a este espacio que vibra con los rayos del sol que penetran silenciosamente los vidrios trasparentes. Oscuridad iluminada, espacio cargado de luz, sombras reflejadas, caminos de luz.
Gabriela Hennig